Anarcotiranía
Anarcotiranía es el nombre del juego al que casi todos los gobiernos de Occidente juegan ahora. Usted, apuesto mis ingresos de un mes, vive bajo la anarcotiranía, aunque nunca haya oído la palabra, aunque el gobierno bajo el que viva lleve la etiqueta de izquierda o la de derecha, porque los nombres siempre sobreviven a los conceptos.
Anarcotiranía significa tiranía para unos, los ciudadanos, digamos, normales, los cumplidores de la ley, la mayoría social, a los que se imponen las normativas más liberticidas, más inconcebiblemente restrictivas, más costosas y empobrecedoras; y anarquía para los otros, para los que mandan y para sus grupos protegidos, las «víctimas certificadas», las tribus que constituyen la fuerza de choque del progresismo. La anarcotiranía tiene precisamente su excusa en la «ampliación de derechos» –a costa de todos los demás– de esos grupos protegidos, de esas mascotas del poder.