«Si se van las empresas es culpa de ellas porque son antipatriotas, si hay agresores sexuales en la calle es culpa de los jueces porque son fascistas, si los precios están desbocados es culpa de los supermercados, y si tiene que dar explicaciones sobre un caso de corrupción actual, la culpa es del PP»
La presidente de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha afirmado este jueves, en un acto junto al expresidente José María Aznar, que el Gobierno de Pedro Sánchez está «en fase terminal», y ha confiado en que las elecciones del 28 de mayo y los próximos comicios generales serán el principio del cambio en España.
«El cambio es evidente», ha asegurado Ayuso en un acto en el Diálogo Atlántico por la Democracia, donde ha remarcado que el Gobierno se está «empequeñeciendo» y «tiene los días contados», pero se está «embruteciendo» y está causando a España «un daño gravísimo».
Ayuso ha dicho que en las elecciones autonómicas y municipales «nos jugamos mucho», ya que habrá que decidir «si nos ponemos en manos de un proceso para cambiar España, antes por la puerta de atrás pero ya no se oculta».
«Metería a España en un proceso extremista, de modificación de consensos y de la estructura territorial en 2024», ha apuntado la dirigente del PP, pero ha confiado en que «las cosas están cambiando».
En su intervención, Ayuso ha cargado contra el Gobierno de Sánchez por ser «carcoma institucional», «desprestigiar el acceso a la función pública» y actuar «con sectarismo y soberbia».
«Si se van las empresas es culpa de ellas porque son antipatriotas, si hay agresores sexuales en la calle es culpa de los jueces porque son fascistas, si los precios están desbocados es culpa de los supermercados, y si tiene que dar explicaciones sobre un caso de corrupción actual, la culpa es del PP», ha relatado Ayuso, en alusión a la trama de corrupción del caso Mediador.
«El Gobierno está en fase terminal pero España en el camino se está viendo muy perjudicada», ha señalado la presidenta regional, que ha augurado una campaña electoral del 28 de mayo «que nos helará la sangre».