En un comunicado, ambos sindicatos aseguran que siguen a la espera de conocer qué medidas de seguridad ha adoptado la empresa para proteger a sus empleados y han lamentado haberse enterado por la prensa de que el 24 de noviembre ya se sabía que un sobre con este material circuló por la red postal pública hasta llegar a la residencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Tras conocer que el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, comentó que el mismo día 24 se dieron instrucciones a la Guardia Civil y la Policía Nacional para que extremasen las medidas de protección de las administraciones y edificios públicos, CCOO y UGT critican que no se advirtiera de ello a Correos, como, aseguran, sugiere la empresa.
«Es poco creíble que no se advirtiese a Correos», señala la nota, que recuerda que en Correos más de 50.000 personas podían estar manipulando a lo largo de toda la cadena de admisión, clasificación, transporte y entrega, envíos potencialmente peligrosos para su seguridad.
Los sindicatos exigen que se adopten todas las medidas de seguridad necesarias para no poner en riesgo la seguridad y la vida de la plantilla de correos ante estas situaciones.