Francia: guerra sin cuartel contra los católicos, en los medios y en la calle
Por Albert Soued (*)
Giulio Meotti, periodista italiano de Il Foglio, habla de una ciudad europea como ejemplo:
«Nadie dijo nada cuando los judíos de Nantes dejaron de llevar la kipá en público. Hoy, son los cristianos el blanco del brazo del Islam.
El párroco de Notre-Dame de Nantes:
«La situación se ha deteriorado dramáticamente. Hay quienes amenazan física y verbalmente a feligreses y visitantes, incluso escupen a las monjas. La gente roba velas, esparce cera por el suelo, defeca en los confesionarios…».
La carta de dos monjas católicas, que tuvieron que abandonar el centro de Nantes tras años de agresiones:
«La escalada de violencia a la que asistimos no se mitigará con una mayor presencia de las fuerzas del orden. Pueden mitigar algunos efectos, pero no debemos engañarnos: quienes crean este clima de inseguridad no han cambiado su comportamiento con la llegada de la policía. Para nosotros, con el tiempo, se ha vuelto demasiado cansino. Cuando estamos en la iglesia de la Santa Cruz, estamos siempre alerta, siempre dispuestos a reaccionar ante cualquier falta de respeto al lugar, a las personas o a la celebración que allí tiene lugar…. »
El semanario «Valeurs Actuelles»:
«Nantes, territorio perdido de la República, la inmigración incontrolada pesa sobre la ciudad, con un número creciente de «menores acompañados no regularizados», inmigrantes ilegales que dicen tener menos de 18 años, así como una concentración inusitada de organizaciones de izquierda radical, algunas de las cuales cuentan con activistas violentos que han sido tolerados o a veces incluso alentados por las autoridades…. »
«Conozco muy bien la ciudad donde nací y donde empecé a trabajar como periodista», dice Ivan Rioufol, de Le Figaro. «Cuando me fui de Nantes en 1984, la ciudad era tranquila, incluso en los barrios más obreros. Los inmigrantes eran minoría. Hoy, Nantes se ha vuelto libanesa». La ciudad alberga la 4ª mezquita más grande de Francia, con 2.500 fieles.
(*) Artículo originalmente publicado en francés por Dreuz.info: © Albert Soued