Podemos, al PSOE y a los que apoyan la reforma del sólo sí es sí: «Aquí hay un puñado de fascistas»
El PSOE dice estar «cansado de las peroratas» de su socio principal pero mantiene el gobierno de coalición con él
La coalición de Gobierno entre PSOE y Unidas Podemos se recrudeció aún más este martes con la reforma de la ley del sólo sí es sí de por medio. Con la intención política de parar la sangría de reducción de condenas de agresores sexuales, el PSOE sacó adelante la tramitación para reformar una ley aprobada en noviembre.
La reforma ha arrancado este martes su tramitación parlamentaria apoyada por los votos de los diputados socialistas y del PP y con la oposición de Unidas Podemos y parte del bloque de la investidura. Horas después de un duro debate en el que los socios de gobierno se han lanzado duras críticas, el pleno del Congreso ha tomado en consideración la proposición de ley que sube las penas de las agresiones sexuales cuando haya violencia o intimidación con 231 votos a favor, 56 en contray 58 abstenciones.
Junto al PSOE y al PP han votado sí los parlamentarios de Ciudadanos, el PNV, el PDeCat, Coalición Canaria y PRC, además de otros diputados del grupo mixto. En el no se han situado, además de Unidas Podemos, ERC, EH Bildu, BNG y la CUP. Vox ha optado por la abstención, al igual que formaciones como Más País, Compromís y JxCat.
El trámite provocó un duelo de duros ataques y reproches entre los socios de Gobierno desde la tribuna de un Congreso con notables audiencias, como la Pedro Sánchez y la totalidad de los mismitos socialistas, que dieron un sonoro plantón a los de Podemos. El banco azul solo contó con la presencia de dos ministras (ni siquiera Yolanda Día asistió): Ione Belarra e Irene Montero.
La secretaria de Igualdad del PSOE, Andrea Fernández, fue la encargada de defender la propuesta. Fernández reconoció que la ley «no está funcionando como tenía previsto el legislador y por ello hay que modificarla».
Fernández se lanzó a criticar con dureza la actitud de Unidas Podemos. Primero, asegurando que el PSOE no ha tocado una coma de los artículos relativos al consentimiento, como denunciaba Montero. Luego, reprochando a Podemos el contenido de sus intervenciones: «Debemos ser conscientes de la seriedad que se requiere para hablar de ello: aquí no valen eslóganes».
«Dejen la hipérbole y hablemos de soluciones, es lo maduro y lo serio. Cuando se trata de cuestiones de tanta relevancia no importa el con quién, si no para quién», manifestó Fernández. «Estamos cansados de sus peroratas, queremos que hablen de propuestas concretas que no han presentado», sentenció.
«Hay que pensar cuál es la pena justa y otra cuestión es cómo prevenimos las agresiones, la violencia contra las mujeres. Es una buena ley, hay que mejorarla. Pido el apoyo de los grupos que, en un ejercicio de responsabilidad, quieran mejorar la ley», concluyó.
Podemos, sin reflexión, sigue en la consigna pura y dura: «elimina el consentimiento; se unen al código penal de La Manada», un «puñado de fascistas».
Por parte de Unidas Podemos, Lucía Muñoz lanzó un ataque al PSOE por sumarse a la derecha.
Muñoz criticó que los socialistas se sumen a los que que consideran que lo que hay «es miedo a que a los agresores se les acabe la impunidad» y que la campaña contra la propuesta del Ministerio de Igualdad se haya convertido en una ofensiva contra una ley que apoya a las mujeres».
Así, englobó a todos los que votan a favor de la reforma en «un puñado de fascistas que quieren volver al silencio y a la culpa, que demostremos con heridas en la piel que hemos sido violadas».
«Es un día triste para esta Cámara, algo gravísimo», leyó Muñoz. Aún con las críticas a los eslóganes, «el consentimiento no se toca» fue repetido por Muñoz una y otra vez, con un nuevo ataque a los jueces para completar el argumentario del partido de los últimos meses. «Hay una minoría de jueces que va en contra del sentido de esta Cámara«, aseveró.