Los tesoros de la Galería de las Colecciones Reales

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La primera edición de «El ingenioso hidalgo don Quixote de la Mancha», de Cervantes, el «Caballo blanco» de Velázquez, una mitra de plumas azteca o «Salomé con la cabeza del Bautista», de Caravaggio, son algunos de los tesoros que podrán verse en la Galería de las Colecciones Reales dentro de un año.

Será en el verano de 2023 cuando la Galería abra con una exposición inaugural de 650 piezas de arte seleccionadas entre las 155.000 que componen las colecciones reales, un proyecto que han presentado este viernes el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y la presidenta de Patrimonio Nacional, Ana de la Cueva.

La Galería de las Colecciones Reales se ubica en el complejo del Palacio Real, junto a la Catedral de la Almudena, un edificio con una superficie útil de más de 40.000 metros cuadrados distribuidos en 7 pisos.

Su origen se remonta al Gobierno de Manuel Azaña en la II República: la voluntad era crear un museo cerca del Palacio Real, donde se expondrían fondos de almacenes y colecciones sin cabida pero el proyecto se frustró dos meses después por la Guerra Civil.

Tras varios intentos entre 1950 y 1980, la idea se retomó en 1998 y se adjudicó en 2002 a Mansilla y Tuñón Arquitectos. En diciembre de 2006 comenzaron las obras (en sus primeras fases aparecieron restos de la muralla de Madrid del siglo IX), que se prolongaron hasta finales de 2015.

La mayor parte de las piezas que formarán parte de la exposición permanente llegan desde el Palacio Real de Madrid y de los almacenes. Las piezas en rotación procedentes de otros Reales Sitios y Reales Patronatos permanecerán en la Galería entre 1 y 3 años, asegura Patrimonio Nacional.

A los tapices y textiles, la pintura, la escultura, el mobiliario, las carrozas y las artes decorativas se suma el patrimonio de la Real Armería, del Archivo General de Palacio y de las Reales Bibliotecas de El Escorial y Madrid.

La exposición inaugural estará formada por piezas datadas entre los siglos XV y XX, con la excepción del Tesoro visigodo de Guarrazar, que pertenece a la segunda mitad del siglo VII. La mayoría de las colecciones son de producción europea, si bien también hay manufactura asiática y americana.

Y hay además diez piezas únicas de las colecciones reales que podrán contemplarse en la exposición: El «Caballo blanco», un óleo de Diego de Rodríguez de Silva y Velázquez, (1634-1639); una mitra de plumas de manufactura azteca, del siglo s. XVI; y «Salomé con la cabeza del Bautista», un óleo de Michelangelo Merisi da Caravaggio, de 1607.

También el «Políptico de Isabel La Católica», un conjunto de óleos sobre tabla de Juan de Flandes, (1496-1504), o la cómoda de Carlos III, original de Mattia Gasparini, José Canops y Antonio Vendetti. O la talla «El arcángel san Miguel venciendo al demonio», de Luisa Roldán, la Roldana, 1692.

Entre estos tesoros está también la primera edición de «El ingenioso hidalgo don Quixote de la Mancha De Miguel de Cervantes Saavedra», de 1605; una armadura y celada de Mühlberg, de Carlos V, de 1544; una carroza negra del siglo XVII; y el tapiz «El columpio», de Goya.

En el edificio, que ha recibido 14 premios de arquitectura, habrá tres grandes salas de exposición, de las que dos presentarán la colección más estable, sumando un total de 3.200 metros cuadrados.· El tercer espacio ubicado en la planta -3 ofrecerá 1.300 m2 de exposiciones temporales, además de una experiencia inmersiva con el conjunto de los monumentos de Patrimonio Nacional.