Plantón de barones territoriales

Puig, Lambán y García-Page plantan a Sánchez en el Comité Federal del PSOE

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Sonoro plantón de Ximo Puig, Lambán y García-Page a Pedro Sánchez en el Comité Federal del PSOE

Los barones plantan a Pedro Sanchez, que escenifica su soledad con la enfervorizada guardia de corps de sus ministros

Pedro Sánchez participó este sábado en el Comité Federal del PSOE  para efectuar un repaso a la actualidad nacional e internacional.

En esa amalgama de asuntos destacaba la moción de censura propuesta por Vox, que se debatirá desde este próximo martes, con Ramón Tamames como ponente. Pues bien, en su intervención, el presidente del Gobierno ha entrado ya en campaña. Ha alegado que Santiago Abascal «no quiere dar la cara» y, por eso, ha presentado a un «candidato interpuesto», en referencia al ex dirigente del Partido Comunista y economista.

En su opinión, Alberto Núñez Fejióo «se ha acercado a Vox«. «El proyecto de Feijóo pasa por reeditar gobiernos de coalición con la ultraderecha allá donde sumen, y esto es evidente», ha señalado antes de dejar esta proclama: «De la colisión en tiempos de (Pablo) Casado a la colusión en tiempos de Feijóo».

Pese a la expectativa generada por su presencia e intervención, el PSOE, que teme un mal resultado electoral en la próximas elecciones municipales y autonómicas y una progresiva pérdida de poder, ha escenificado, con la ausencia de sus tres barones territoriales más poderosos (que gobiernas en sus Comunidades Autónomas), la soledad de Pedro Sánchez.

Ximo Puig, Emiliano García-Page y Javier Lambán, los dirigentes regionales más críticos con la gestión del Ejecutivo y los que mayor castigo electoral temen en las próximos comicios gracias a la gestión de Sánchez, han rehusado acudir a escuchar a su líder.

No se trata solo de la considerable brecha ideológica abierta por Pedro Sánchez en el seno del socialismo desde que decidió cogobernar con Podemos y asumir parte de su programa, sino que el acuerdo con Bildu y ERC hace prácticamente imposible conciliar sus posiciones con las de los barones que gobiernan regiones profundamente españolas y que han sufrido, además, el azote del terrorismo.

Nadie, con unas elecciones a la puerta, quiere «pagar el pato» de la estrategia de poder de Sánchez, máxime cuando ese pato está considerablemente cojo (en EEUU se denomina «pato cojo» al presidente que está al término de su mandato, por su considerable pérdida de poder).