El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, al que algunos ya apodan como «matarife», ha asegurado que el caso que afecta a la presidenta del Parlament, Laura Borràs, «nada tiene que ver» con el movimiento independentista, y se trata de un «fraccionamiento de contratos para un amigo que, de hecho, resultó que es un narcotraficante«.
La presidenta del Parlamento catalán y líder de JxCat ha quedado procesada por fraude, prevaricación, falsedad en documento mercantil y malversación por «abusar» de su cargo al frente de la Institució de les Lletres Catalanes, por la adjudicación a dedo de 18 contratos menores a un amigo.
En declaraciones a Catalunya Ràdio, Rufián ha sido preguntado sobre si el caso de Laura Borràs forma parte, como defiende la presidenta de JxCat y ese partido, de la «represión» judicial y política al movimiento independentista.
«Contra según qué relatos, lo mejor es ir a los datos, que son bastante fríos: estamos hablando del fraccionamiento de una serie de contratos para un amigo que, de hecho, resultó que es un narcotraficante. Eso no tiene nada que ver ni con el independentismo ni con el movimiento político que represento», ha afirmado Rufián.
En línea con lo que expresó ayer el presidente catalán, Pere Aragonès, que sugirió que si algún dirigente de ERC se encontrara ante la misma situación judicial que Borràs, este pondría la institución «por delante» y «se apartaría» del cargo hasta resolver su caso, Rufián ha recalcado que «todo el mundo sabe lo que haría ERC».
Tras apuntar que «la presunción de inocencia es un principio judicial y la debe dar un juez», Rufián ha considerado que el caso de Borràs y cómo se acabe resolviendo políticamente «no debería» provocar una crisis en el seno del gobierno catalán. «En un país normal, en una situación normal, no debería», ha insistido.