¿Recuerdan cuando Twitter, erigiéndose en el vigilante de las libertades civiles, decidió bloquear la cuenta de Donal Trump por “incitación a la violencia”? ¿Lo recuerdan?
Pues en un ejercicio más de hipocresía y de ejercicio arbitrario de su poder tecnológico, la multinacional BigTech utiliza ahora otra vara de medir bien distinta para el tirano de Cuba. Twitter mantiene incomprensiblemente abierta la cuenta del dictador cubano que incitó al enfrentamiento civl, amenazó con represión y lanzó a sus partidarios a la calle para agredir, secuestrar y hacer desaparecer a los cubanos que se manifestaban pacíficamente por sus mera subsistencia.
“Evitaremos la violencia revolucionaria, pero reprimiremos la violencia contrarrevolucionaria”, dijo el tirano en un tuit en su cuenta de Twitter.
En otro tuit, el dictador hizo una llamada para salir a las calles, en una lucha contra la oposición que protesta por las precarias condiciones instauradas por el régimen.
“Nuestra acción en las calles es contra quienes promueven el desorden con una agenda intervencionista, manipulando el sentimiento de la gente por las deficiencias y brotes de COVID-19”.
Muertos, heridos, desaparecidos, torurados. Twitter mantiene la cuenta de Canel para que el tirano pueda seguir amedrentando a la población con sus amenazas y su terror.
En ese sentido, el martes 12 de julio el senador Marco Rubio acusó de hipócrita a Twitter por sus selectivas políticas de censura.
“No estoy a favor de que [Twitter] bloquee a nadie”, dijo Rubio. “Pero si [Twitter.gov] va a bloquear a políticos, activistas e incluso a un presidente de Estados Unidos, también debería bloquear a los dictadores socialistas marxistas que incitan a la violencia callejera”, denunció el senador.
La hipocresía es también una forma de complicidad con el terror.