“VOCACIONES TARDÍAS” EN EL ATENEO DE MADRID
Por Francisco José Alonso Rodríguez
Como socio durante casi 50 años del Ateneo de Madrid, los primeros años en mi caso para preparar en su maravillosa biblioteca los Cursos de Doctorado en Sociología, tengo que manifestar que no he vivido a lo largo de mi vida ateneísta un espectáculo más antidemocrático en las Juntas Generales del Ateneo que con el actual Presidente Luis Arroyo (socio desde hace solamente 2 años) por su comportamiento violento y desconsiderado.
No es extraño pues que se escuchen en el gran Salón de Actos de la “Docta Casa” términos como dictador, fascista, narcisista, falso, chulo, difamador, etc., dirigidos a Arroyo y que incluso su propio padre dirigiéndose a algunos socios pida comprensión hacia su hijo por tener un “carácter violento “y ser un “desequilibrado emocional”.
Todo esto nos lleva a lo más grave y es que Arroyo llegó a esta institución bicentenaria en modo “caballo de Troya” con 350 nuevos socios de su entorno de amistades (Grupo 1820) muchos de ellos jóvenes empleados que reconocían la coacción de que eran víctimas, llegando a decir: “tengo que venir a votar porque si no lo hago me van a regañar,”. Lo anterior me recuerda a lo que decía algún antiguo profesor mío en la Complutense sobre la “obediencia del voto ovejuno”. Frase que en uno de sus últimos artículos utilizo Javier Marías referente a los votos que recibe el “preces”.
El engaño se extendió también a la puesta en práctica de su programa electoral ya que entró con el compromiso de potenciar el Ateneo de Madrid para convertirlo en “renovado y luminoso” contando con el apoyo de personas de relieve nacional en los ámbitos cultural, intelectual y político, como Rosa Montero, Juan Manuel Serrat y lo único que hemos visto hasta ahora es ocultación de información a los socios, falta de transparencia, trato vejatorio hacia los socios más veteranos y una administración y gestión de la institución que raya en la deslealtad. “Que puede inscribirse en Administración desleal.”
Después de 18 meses de su llegada al Ateneo, estos socios de “vocación tardía” parece que quieren culminar el vaciamiento de principios fundacionales bicentenarios al que están sometiendo al Ateneo de Madrid (mandato de los socios, libertad y carácter asambleario) para imponer un nuevo Reglamento de carácter presidencialista y mercantilista que va en contra del espíritu de los Ateneos que en el mundo existen, incluyendo un régimen sancionador. Y nos lo quieren vender con los espejitos de colores de modernidad y luminosidad, cuando se trata exclusivamente de intereses personales. Para ello el lunes 30 de enero se votará la entrada como socios de Pedro Sánchez y de su esposa Begoña Gómez, Pedro Almodóvar, junto con otros 74 nuevos socios como anteriormente se voto la incorporación de Felipe González y Rodríguez Zapatero. “Personajes que cambian fácilmente de palabra.” Como ejemplo el caso del Sahara Occidental.
Con ellos, como intelectual, decían que los acompañaba en la candidatura del Grupo 1820 Miguel Rellán (actor) que fue elegido vocal de la Junta de Gobierno presidida por Arroyo. Rellán no asiste casi nunca a las Juntas Generales de socios, lo cual, si se cumpliera el Reglamento cosa que no han hecho desde que llegaron, pues solo piensan en cambiarlo, ya tendría que haber dimitido pues el Reglamento vigente establece que los miembros de las Juntas de Gobierno que falten tres veces seguidas deberán cesar en su puesto.
Contaré una anécdota que tuve con él la única vez en mi vida que he hablado con Miguel Rellán: me acerqué a él y le dije que cómo permitía que faltaran y menospreciaran desde la Presidencia a los socios del Ateneo de toda la vida, y me contestó: “esto está lleno de cabestros y hay que echarlos.”
Miguel Rellán, como Arroyo y Pepita Marín, es otro caso de “vocación tardía” en su reciente incorporación al Ateneo con casi 80 años, por eso tuve el atrevimiento de preguntarle porque al estar casado con Rosa María Mateo (también nueva socia de “vocación tardía”) pues al conocerla durante mi etapa como Consejero de RTVE en Castilla y León en los años 80, consideraba que era una persona que creía en el respeto a las personas y sobre todo respetaba las Leyes y los Reglamentos, tuve esa osadía y esa fue la respuesta, muy descorazonadora e injusta, viniendo de una persona como Miguel Rellán. (que consideraba que eran cumplidores de la Ley y respeto a las personas.)
Uno de los hechos que demuestra el uso y abuso del Ateneo como plataforma de poder es el reciente ascenso y posterior caída de Luis Arroyo como “asesor de comunicación” de la candidata socialista a la Alcaldía de Madrid, cocinado y liquidado en el plazo de un mes para sonrojo de propios y extraños.
Luis Arroyo y su Grupo 1820 desde su llegada están incumplido y pisoteado el Reglamento del Ateneo que son nuestras Leyes. Ha sido incapaz de cumplir con el requisito que como Presidente tiene que abrir el año Académico del mismo con una lección inaugural. No hay duda de que está poco facultado para ello, ver sus intervenciones en los medios. Si estuviera Don Enrique Tierno Galván diría de él “solo es un lector de pastas de libro.”
A la vista de todo lo anterior es más necesaria que nunca la unión de los socios de auténtica vocación ateneísta para defender el Ateneo de Madrid de estos recién llegados de “vocación tardía” que lo único que buscan es aprovecharse del prestigio de la “Docta Casa” para sus plataformas partidistas y profesionales y su mero interés personal. ¡¡Por favor, todos unidos en defensa del Reglamento!!
Francisco José Alonso Rodríguez. Sociólogo. Presidente Liga Española Pro-Derechos Humanos, Centro de Estudios Ateneos.